La capacidad de seducir a los viajeros pasa por ofrecerles un producto que se amolde lo mejor posible a sus necesidades y expectativas. En un mercado en el que la oferta se multiplica y los clientes piden más y más personalización, resulta cada vez más difícil diferenciarse. El primer paso para lograr el éxito es conocer a los clientes, tanto a los que mantienen sus costumbres como a aquellos que apuestan por las nuevas tendencias. A partir de la descripción del perfil de viajero, la estrategia de impacto y conversión es mucho mas clara, alcanzable y exitosa.